martes, 4 de agosto de 2009

Iluminación


El sol enciende las piedras, achicharra las voces, derrite las sombras.

La tarde castellana es un sueño largo y dorado.

Arde la tierra y el horizonte se emborrona de polvo y ceniza.

En cualquier momento ,exclamaría Garcia Lorca , aparecerá un Cid de ensueño
sosteniendo vuestras piedras, ayudándoos a afrontar los dragones fieros de la destrucción.
El alma viajera que pasa por vuestros muros sin contemplaros , no sabe la infinita grandeza
filosófica que encerrais, sentenciaba el poeta.